Aunque los embarazos múltiples pueden traer mucha felicidad a la familia, también puede ser un riesgo para la mamá y los bebés.
- Idénticos: Son menos frecuentes. Ocurre cuando un huevo fertilizado se divide en dos durante el embarazo. Los fetos comparten placenta, pero normalmente cada uno tiene su propia bolsa amniótica.
- Fraternos: Se desarrollan de la union de un óvulo y esperma por separado, teniendo cada uno de ellos su propia placenta y bolsa amniótica. Debido a esto, los bebés no son iguales, pueden ser hombres, mujeres o cada uno de un sexo.
En cuanto a la alimentación, las mujeres con un embarazo múltiple necesitan comer más que si se tratara de un embarazo único. Necesitan ingerir aproximadamente unas 2.700kcal diarias, ya que necesitarás tener la suficiente energía para nutrir a tus bebés.
Necesitarás ganar más peso que en un embarazo con un único feto. Además tu médico se encargará de prescribirte los aportes vitamínicos y de ácido fólico extra que necesitarás para el crecimiento de tus bebés.
Los embarazos múltiples pueden ser más incómodos que los simples, por lo que te notarás más cansada. Descansa todo lo que sea necesario para recuperar la energía necesaria.
Procura evitar largos periodos de pie y levantar objetos pesados, ya que te puede provocar incómodos dolores de espalda.
Como ya os hemos dicho, el riesgo de complicaciones es más alto en un embarazo gemelar. Aumenta el riesgo de sufrir hipertensión arterial o anemia y los bebés son más pequeños al nacimiento. Además la madre es más propensa a que ocurra un parto prematuro. A veces estos problemas pueden prevenirse con el diagnóstico temprano y cuidados especiales.
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