Como ya os hemos comentado en publicaciones anteriores, una buena nutrición es fundamental para la salud de todos los individuos. Nosotras insistimos especialmente en que las embarazadas sigan una dieta rica, variada y equilibrada durante la gestación y la lactancia del neonato.
Trastornos en la alimentación como son la obesidad o la anorexia pueden producir graves problemas en el embarazo.
Las mujeres obesas embarazadas presentan un elevado riesgo de sufrir hipertensión, diabetes, enfermedades de la vesícula o embarazo postérmino.
En mujeres con anorexia o bulimia nerviosa con un IMC insuficiente (menor que 19) se puede producir un peso insuficiente del feto y el riesgo de otros problemas durante su desarrollo: Hipotrofia fetal, retraso del crecimiento intrauterino o prematuridad.
Si el peso del recién nacido es menor que 2.500 g aumenta el riesgo de mortalidad infantil y morbilidad en la infancia.
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