Si el parto no curso con ninguna anomalía, lo ideal es poner al bebé sobre el pecho de la madre inmediatamente después del puerperio.
El hecho de poner al bebé nada más nacer sobre el pecho le brinda al pequeño seguridad y protección. Además, numerosos estudios apuntan que si nada más después de nacer se deja al pequeño sobre su madre disminuye la pérdida de calor, lo que disminuirá el gasto calórico del recién nacido, disminuyendo la necesidad de alimentación precoz.
En los partos eutócicos la subida de la leche tiene lugar aproximadamente a las 48 horas del alumbramiento; en las cesáreas, este tiempo se extiende alrededor de las 72 horas, o incluso puede retrasarse más tiempo.
El estímulo de succión por parte del bebé tiene lugar a partir de los 20-30 minutos de vida.
El bebé dispone de reservar energéticas suficientes para esperar a que el organismo de su madre produzca leche. Así mismo, la reciente mamá no debe asustarse ni preocuparse por su pequeño, ya que éste en el momento en el que lo necesite desenvolverá un estímulo en el que busque el pezón.
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