Las náuseas y vómitos suelen presentarse a lo largo del primer trimestre de gestación. Por lo general, se manifiestan levemente sin afectar a la nutrición.
Pero en casos extremos, en los que las náuseas y vómitos son frecuentes y fuertes se puede llegar a una situación que se convierte en una urgencia para acudir al médico y establecer un tratamiento y es la: hiperemesis gravídica.
La hiperemesis gravídica es una situación grave de la mujer gestante que supone un potencial riesgo al feto, ya que puede originar la pérdida de líquido y electrolitos, lo que conllevaría a la desnutrición.
Esta patología requiere tratamiento obstétrico centrado en la disminución de esta sintomatología. En líneas generales, queda resumido en los siguientes puntos:
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Comidas
pequeñas y frecuentes.
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No
alimentos muy condimentados.
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Evitar
grasas y fritos.
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Evitar
la exposición a olores fuertes que pueden provocar náuseas.
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Beber
agua cuando haya pasado la digestión del sólido. Evitar zumo.
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En
himeremesis gravídica puede ser necesaria la alimentación por vía parenteral.
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