Que la familia aumente de tamaño supondrá la aceptación de una serie de cambios en la vida que era llevada a cabo hasta la noticia. Estas asimilaciones dependen del grado de parentesco con el bebé, pero también de la personalidad de cada uno y de la vinculación familiar. Así, el padre, los abuelos, los hermanos reaccionan de manera diferente.
En este artículo, nos vamos a centrar en los hermanos mayores, sus reacciones dependerán principalmente de la edad y de su grado de dependencia.
- 1 año: no son todavía conscientes del proceso.
- 1-3 años: generarán comportamientos más dependientes. suelen retroceder en avances relacionados con la comida y con el control de esfínteres.
- 3-4 años: la noticia despierta un interés por conocer su historia biológica y compararlo con el embarazo actual. ES frecuente que les guste escuchar el sonido del corazón fetal de su futuro hermano y observar los movimientos dentro del vientre de su mamá.
- Niños en edad escolar: desenvuelven intereses clínicos y buscan información haciendo cantidad de preguntas.
- Adolescentes tempranos y medios: quizás, sea una de las etapas en edad para las que es más difícil asumir la noticia, pues estos jóvenes están tratando de establecer su propia identidad sexual y les suele resultar complicado asumir la evidencia de la actividad sexual de sus padres.
- Adolescentes tardíos: no parecen afectarse de manera excesiva, pues en esta etapa suelen estar ocupados intentando planear su propia vida.
Es demasiado frecuente y motivo de numerosos conflictos la presencia de celos de los hermanos mayores sobre los nuevos miembros. Para que, en la medida de los posible, este sentimiento de "inferioridad" frente al hermano nuevo, que no es más que un comportamiento infantil no se haga latente, es muy importante que los padres sepan anticiparse al momento. A continuación detallamos algunas de las tareas que pueden ser útiles para ello:
- Lleve a su hijo a dar un paseo a la sala de hospital y señala las relaciones con su propio nacimiento: "ésta es como la habitación en la que estuve contigo", "el bebé está en el mismo tipo de cuna que tú cuando eras así de pequeñito"...
- Tenga un regalo de parte del bebé para su hermano de vez en cuando. Por ejemplo: podéis regalarle una camiseta que diga: "soy un herman@ mayor".
- Organice su tiempo para dedicarle tiempo al niño/a y explicarle las visitas al ginecólogo enseñándole las ecografías, implicarlo en las compras para el bebé, dejándole dar la noticia a familiares o amigos...
- Cuando el bebé ya ha llegado a casa, es importante que ambos padres pasen mucho tiempo con el niño, tanto a solos como con su hermano. Recordando que seguro que al niño/a le encanta tener la atención total de los padres, aunque sólo sea por unos momentos al día.
- Crearle responsabilidad con el bebé. Por ejemplo durante la ducha, en el momento de la comida o en el cambio de pañales.
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